“Este viernes hemos hecho la la ley de Estabilidad. El viernes que viene la reforma financiera. Luego la laboral. La [reforma] laboral me va a costar una huelga [general], se sinceró el presidente español sin ser consciente de que las cámaras de televisión estaban grabando sus palabras. “No era una conversación pública”, se excusó cuando fue preguntado por los periodistas. [El vicesecretario de comunicación del PP, Esteban González Pons, señaló que la referencia sobre la huelga hecha por Rajoy es una frase dicha “coloquialmente” que “no hay que tomar al pie de la letra”].
Haciendo de la necesidad virtud, Rajoy reconoció que había evaluado
la posibilidad de que la reforma laboral provoque una huelga general, ya
que esta es la respuesta que dieron los sindicatos a la que hizo el
PSOE y que “no sirvió para nada”; es decir, que no tuvo la envergadura
de la que él prepara.